1. Trinidad: Creemos en la Santísima Trinidad, un solo Dios que existe eternamente en tres personas:…
LA VERDAD DE LEY DE DIOS
LA VERDAD DE LEY DE DIOS
Publicado en el Suplemento IDP México. Bimestre julio – agosto, 2021.
Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones, sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche. Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen. Salmo1:1-3NTV
El salmo 1 es uno de los salmos más conocidos y al que se hace referencia para alentar la lectura y el estudio de la Palabra de Dios, sin embargo, pocas veces nos detenemos a realmente meditar lo que está diciendo el texto y perdemos el mensaje que nos quiere entregar. En este escrito veremos los alcances de este hermoso poema del salmista y la trascendencia de sus beneficios.
El salmista quiere exaltar la eficacia de la ley de Jehová sobre todos los asuntos humanos, indudablemente tenia presente las palabras que el Señor habló a su antepasado Josué cuando estaba tomando el lugar de Moisés para dirigir al pueblo de Israel, había pasado mucho tiempo desde entonces.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Jos. 1:8
El Señor había determinado en su soberanía escoger un pueblo que diese testimonio de Él a todas las naciones para que lo conocieran y le sirvieran, de este pueblo vendría el Mesías prometido. Sin embargo, antes debía organizarlos como nación, y como toda nación, necesitaba fundamentos que le dieran identidad y leyes que le dieran forma a la manera de vivir de sus ciudadanos. La ley entregada a Moisés, reflejan el carácter justo y recto de Dios mismo quien quería que su pueblo se asemejara a Él en su carácter.
Los cinco libros del Pentateuco, sección llamada también la Torá que en hebreo significa: dirección, instrucción, llegaron a ser los libros de instrucción para la nación. Dios tenía la intención de educar e instruir a su pueblo en la verdad, ellos necesitaban ver e interpretar el mundo de la manera correcta. De manera que en el Pentateuco ellos encontraban la historia de los orígenes, la historia de los padres de su nación “los patriarcas”, la historia del nacimiento de su nación, así como leyes y códigos legislativos para los ciudadanos.
La historia de los orígenes
Desde antaño el hombre ha buscado una explicación de donde y como inicio todo. En los primeros dos capítulos del libro de Génesis, Dios da a conocer a su pueblo el comienzo de todo revelándose como el Creador de los cielos y la tierra, además le revela al hombre su origen divino, el hombre procede de Dios y le ha dado un propósito.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Gn. 1:1
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. Gn. 2:7
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Gn. 1:27
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Gn. 1:28
Conocer esto les daba identidad y propósito de vida, el Dios Creador e iniciador de todo era su Dios, el Dios que los había tomado como su pueblo.
En el tercer capítulo de Génesis también le revela la causa de la muerte, el pecado. Sin embargo, también le da la promesa de que de la simiente de la mujer vendría uno que heriría la cabeza a la malvada serpiente haciendo posible la redención del hombre de la muerte.
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Gn. 2:16-17
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Gn. 3:15
Cada Israelita tenía el conocimiento de donde venía y la razón de todos los males que enfrentaba durante sus días y al final la muerte, pero también aguardaba con esperanza la venida de aquel que habría de venir a redimirlo, el Mesías.
La historia de los Patriarcas
A partir del capítulo 12 y hasta el final del libro de Génesis se relata la historia de los padres de Israel, empezando por el llamamiento de Abraham y el Pacto hecho con él, continuando con el nacimiento de Isaac como hijo de la promesa, también relata la elección de Jacob como heredero de la primogenitura y las promesas hechas a Abraham.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Gn. 12:2-3
He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Gn. 17:4;7
Este conocimiento le daba identidad a cada israelita, le pertenecía a Dios, asimismo le daba sentido a la historia, todo lo que sucedía se encaminaba al cumplimiento del buen propósito de Dios para los hombres.
La historia del nacimiento de su nación
En el libro de Éxodo se narra como Dios libero a su pueblo de la esclavitud en Egipto para introducirlos a la tierra que había jurado a Abraham, pero antes de hacerlo los lleva al monte Sinaí para hacer pacto con ellos, en el pasado lo había hecho con un solo hombre, Abraham, ahora lo hacía con la multitud de la que le había hablado cuatrocientos años antes. Dios cumplió con su promesa. El libro de Números narra el peregrinaje en el desierto y resalta el cuidado y protección que recibieron.
Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Ex. 19:5
Leyes y códigos legislativos
En el capítulo 20 del libro de Éxodo encontramos el Decálogo o Diez Mandamientos que son un conjunto de principios éticos y de adoración en los cuales el pueblo israelita debía ser instruido. El libro de Levítico contiene las leyes relacionadas a los sacrificios y festivales, instruía al pueblo en la manera en cómo debía acercarse a Dios y adorar. El libro de Deuteronomio narra las últimas instrucciones que Moisés dio a su pueblo aconsejándole que escogiera la vida, misma que encontrarían si guardaban los mandamientos.
Aunque en cuanto a la salvación eterna sabemos que por las obras de la ley ninguno sería salvo, si debiéramos detenernos y meditar en los principios claves que contiene esta ley. En ella encontramos el fundamento de la sabiduría y la clave del bienestar del hombre. En estos tiempos de tanta confusión de las ideas, debemos recordar que, los cielos y la tierra fueron creados por Dios por lo tanto Él es quien gobierna sobre todo; que el hombre es de origen divino, por lo tanto, todos somos iguales en valor y dignidad y tenemos propósito; que el hombre se encuentra separado de Dios por causa del pecado pero que hay un redentor, Jesús el Hijo de Dios, quien vino a la tierra en forma humana descendiente de Abraham, y de la simiente de la mujer; que nos ha dado leyes e instrucciones de cómo vivir dignamente y en armonía como hermanos; que mientras algunos hombres afirman que la historia no tiene sentido y se dirige al caos, nosotros esperamos la consumación de los tiempos, donde todo será redimido para la gloria de Dios. Meditar en la ley de Dios nos guardará del consejo engañoso de los malos que trae muerte, y nos conducirá a la verdad que trae vida, y nos permitirá vivir en plenitud porque estaremos viviendo para su gloria tal como los árboles plantados junto a arroyos de agua viva. Hoy como en el tiempo del salmista la ley de Dios sigue siendo suficiente para todos los asuntos de los hombres, hoy como en aquel tiempo sigue siendo urgente ser instruido por la sabiduría que contiene la Palabra de Dios. El mundo necesita urgentemente conocer, así como el pueblo de Israel, la realidad de todas las cosas de manera que pueda ver e interpretar el mundo de la manera correcta, necesita conocer la verdad.
Gracias a Dios por este material de gran ayuda y apoyo al ministerio
Bendiciones