Por: Hna. Damaris Feliz. Mujeres Comisionadas En días pasado, leí un letrero que me llamo…
Misión Social
Por: Hna. Lucila Romero Hernández.
Iglesia Villa Allende, Sector 25.
“Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.” Marcos 6:34.
Nuestra MISIÓN
Es la razón de ser de los cristianos, su motivo y su identidad, es la gran tarea y responsabilidad que se nos ha dado de predicar el evangelio a todo el mundo.
¿Qué podemos hacer para lograr
Nuestra Misión?
La respuesta es sencilla; hacer lo que Jesucristo hizo. En Marcos 6:34-37 nos muestra que Jesús se interesa por la necesidad de la gente al sentir compasión y les da una encomienda a sus discípulos (Iglesia), podríamos decir entonces que la voluntad de Jesús NO sólo es resolver los problemas espirituales, sino también atender los problemas sociales de hombres y mujeres con relación a la subsistencia, protección y afecto.
De esta manera, la combinación de predicar la Palabra y salvar almas aunado a la ayuda humanitaria presentará mayor impacto en la vida de las personas, ya que, ellos podrán sentir un evangelio vivo, palpable y real.
Enfaticemos la diferencia entre lo que nos rodea, que es un modelo egoísta, en comparación con el Ministerio Esther que es conocido por ser generoso, que da y da más allá de lo que posee, ya sea un plato de comida extra en su mesa para el hambriento, dar palabra al desalentado, medicina al enfermo, ser familia para el encarcelado; nos enseña a vivir la actitud de servicio que inspira a las mujeres a alcanzar su pleno potencial en Cristo, ministrando con amor y empatía las necesidades espirituales, físicas, mentales y sociales de hombres, mujeres y niños. Mostrando y declarando el amor de Dios por la humanidad, sin necesidad de propagandas para darse a conocer, pues nuestra obra nos delata.
La iglesia primitiva predicaba y tenía
comunión.
Hechos 2:42-47 dice que perseveraban unánimes cada día en el templo, partían el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo; y el Señor añadía cada día los que habían de ser salvos. Es un gran gozo ver que las almas vengan a los pies de Jesucristo buscando su salvación y su sanidad, de la misma manera hay una gran satisfacción cuando las mujeres entregadas a la obra de nuestro Dios contribuimos en la labor o misión social en todas las áreas y las almas encuentran la paz que solo Dios puede dar.
Juan 17:18 enseña que de la misma manera que Jesucristo fue enviado por el Padre a este mundo, ahora él nos envía a nosotros, es necesario salir de las cuatro paredes y de nuestra zona de confort, la Misión Social es uno de los cinco valores de nuestra amada Iglesia de Dios de la Profecía, y es por eso que debemos motivarnos mujeres, hombres, jóvenes y niños a servir en la obra social; solo entonces cumpliremos nuestra labor como hijos de Dios.
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